Agresivo Pasivo Ofensivo Defensivo
Una de las decisiones tácticas mas complejas suele ser el ajuste de los estilos de juego. Por lo general, hay ciertas atribuciones que se les da a los distintos estilos de juego, ya sea mayor o menor riesgo, mayor o menor cantidad de lesiones etc. Pero por lo general no se tiene una respuesta clara a lo que esto significa. Para analizar mejor los estilos de juego se han sometido al laboratorio, los equipos suplentes del Quila FC y Sokeru-Yunaide. Se realizaron numerosos partidos de práctica, probando los diferentes estilos y combinaciones de ellos. En un principio se usó una formación 3-5-2, que finalmente fue reemplazada por una 4-3-3, mas ordenada y reconocible, para facilitar el análisis.
La formación de Quila FC, 4-3-3 con pases cortos normal-normal.
La formación de Sokeru-Yunaide fue la misma pero variando los estilos de juego entre ofensivo-defensivo, y posteriormente agresivo y defensivo.
Si bien se usaron pases cortos, para generar un juego más lento que permitiera apreciar los movimientos en la mitad de cancha y las reacciones defensivas de un ataque demorado, los delanteros abiertos hacen que igual se produzcan cambios de lado característicos del ataque con extremos, pero dándole mas relevancia al medio campista adelantado.
En un principio, debido a la falta de experiencia de los jugadores suplentes, no se pudieron apreciar diferencias claras entre los diferentes estilos, y los resultados de los partidos no reflejaban más que resultados azarosos. Sin embargo después de numerosas pruebas empezaron a notarse las diferentes tendencias.
Con respecto al juego ofensivo y defensivo.
Un equipo defensivo una vez que recupera el balón, ataca y espera demasiado a su rival, tampoco renuncia a buscar el balón cuando el equipo rival lo tiene dominado en su territorio. En conclusión, con tan solo setear un estilo defensivo no significa que el equipo se vaya dedicar a ratonear todo el partido. En general la diferencia con un equipo similar que esté usando estilo ofensivo resulta leve y solo se reconoce en algunas tendencias. Tales como cuidar las posiciones defensivas, pero esto no significa que los defensas se queden parados atrás y no suban según los movimientos regulares que realiza el equipo en el campo de juego, si no que significa que las posiciones defensivas tendrán mayor prioridad de mantenerse a la hora de desarmarse el equipo. Sin embargo, el simple hecho de jugar defensivo no evita que la línea defensiva se abalance hacia un costado producto de un ataque lateral, produciendo una estampida de defensas hacia un costado, dejando el resto desmarcado.
Un tiro libre usando ofensivo, la barrera se conformó con defensas y medio campistas, mientras que con una táctica defensiva se conformó usando delanteros y medio campistas, ratificando la tendencia de cuidar las posiciones defensivas en el caso de usar defensivo.
El típico desorden de la defensa causado por un ataque por un costado.
Para mitigar el desorden de la defensa es necesario recurrir también al estilo pasivo.
Aquí se puede apreciar de una defensa con estilo defensivo pasivo.
Con respecto a los estilos agresivos y pasivos.
A estos estilos generalmente se les atribuye un jugo de mayor o menor violencia, asociándolo con lesiones y tarjetas, pero resulta ser mas bien un efecto secundario. Incluso habiendo usado bastante el estilo agresivo las peores rachas en cuanto a lesiones las he tenido registradas sin usar este estilo. Se recomienda decidir por lo tanto el estilo a usar, basándose netamente en criterios tácticos para ganar los partidos, y no en efectos secundarios que bajo el factor del azar presente en el juego no tienen mayor relevancia. Entonces tras hacer las pruebas pertinentes se ha apreciado que los jugadores de un equipo pasivo suelen reaccionar menos ante las acciones del rival, a diferencia del estilo defensivo en que el equipo cuida un poco mas sus posiciones defensivas pero si reacciona fuertemente ante las acciones del rival, en estilo pasivo sirve para que los jugadores cuiden sus posiciones sin reaccionar tanto ante las acciones del rival. Y con el estilo agresivo aumenta la reacción de los jugadores ante la acción del rival. Por lo tanto el estilo pasivo servirá a los amantes del juego ordenado y mas estático, mientras que el juego agresivo le será útil a los managers que quieran un juego mas batallador. Estas diferencias afectan también el comportamiento defensivo, haciendo que las tácticas pasivas sean mas vulnerables ante ataques frontales donde se requiere que la defensa literalmente ataque a los atacantes rivales, mientras que las tácticas agresivas serán mas vulnerables ante ataques laterales donde es necesario mantener la compostura ante los cambios de lado.
Esto también afecta el radio de acción relativo de un jugador. Por lo general un jugador no reacciona ante la presencia de un rival que lleva el balón a menos que este se acerque a su radio de acción, momento en el cuál saldrá a marcar a su rival, éste radio de acción de un jugador también es afectado por los estilos agresivo y pasivo. Si bien no es posible determinar sin saber como está programado el juego si se afecta el tiempo de reacción al ingresar al radio de acción o si varía la distancia, es posible apreciar que un jugador de una táctica agresiva reacciona a una distancia levemente mayor del rival, a lo que hace un jugador que está usando táctica pasiva. Esta diferencia es posible apreciar al comparar capturas de pantalla en el momento preciso en que un defensa reacciona ante un atacante.
Radio de acción aparente de la táctica agresiva.
Radio de acción aparente de la táctica pasiva.
Comparación del radio de acción aparente de las tácticas agresiva y pasiva.
Esto permite graficar la diferencia en el comportamiento de ambos estilos.
