El calor era sofocante, y el pasto sintético lo hacía cada vez peor.
El olor a caucho quemado era desagradable, pero era preferible eso a la antigua cancha de tierra.

El partido era más que aguerrido, pero una final es una final y se debe de estar concentrado, más si juegan dos rivales de muerte.

Era la oportunidad idónea para invitar a la minita que le hacía los puntos, se podía lucir sin problemas y hacer el show completo ante los ojos la "reina", la cual, como es lógico, se sentirá orgullosa.

Los años ya habían pasado por Adrián, pero trataba de sentirse joven y que mejor que estando en actividad física. Corría cada balón y se esforzaba por ser implacable.



El marcador era de 2-1 en favor de la visita, pero el empate le daba el título al local, y es en esto que comienzan los problemas.

Por mirar de reojo a la "reina" es que a Adrián se le pasa un obsceno off-side a favor de la visita, provocando la ira de estos, increpándolo duramente por no "ver" la jugada.
El juez de linea decidió concentrarse, tenía mucho en juego, su reputación y el amor de la "reina", y llegó con la ley de compensación, pero ya no era suficiente, la desgracia caería pronto sobre el pobre Adrián.

Corría el minuto 35 del segundo tiempo, y al mirar a la grada y ver que su "reina" lo saludaba, se quedo quieto cuando de improviso, ve a un jugador local en el área cayendo cual largo es sobre el gramado sintético, y sobre la misma, el codo del defensor tratando de recogerse.
Alborotadamente levanta la bandera, cobrando la pena máxima, a la cuál el árbitro principal accede.

Los jugadores visitantes reclaman con todo, de que no lo tocó, que le pregunten al linea, y el principal se acerca, y el linea, quizás cometiendo el peor error de su vida, asegura que vio el codazo; nada más que decir, se pita la pena máxima que conlleva al empate de los locales y su inminente título.

En eso, el jugador visitante, preso de la cólera y de lo que él pensaba era un robo descarado encara al pobre Adrián, junto con parte de la parcialidad visitante.

Adrián trata de protegerse, cuando ve al defensor saltando y estirando la pierna.

Cuando despierta, se encuentra bajo los pies de un jugador del local Baquedano, que trataba de defenderlo y siente que le duele la boca.....

Mira con impotencia el suelo y ve uno de sus dientes tirados en la grama sintética, se toca la boca, y se da cuenta que le faltan dos piezas dentales.
-Maricón conchetumadre- piensa para sí mismo.



Después de ser rescatado por jugadores y dirigentes, Adrián es llevado a la asistencia pública.
Es dado de alta sin que nadie le responda por sus dientes.

Al otro día, la "reina" lo visita en la casa.
- !Te dije que era "brigido" arbitrar la final¡-
- Por ti, todo vale la pena "mi reina"- contestó Adrián
- Ya no me gustas, te ves feo sin los dientes- replicó ella. Y se alejo de la habitación, de la casa y de la vida del pobre juez de linea, que por querer lucirse en una final ANFA de Melipilla se llevó las penas del infierno:
Sin dientes y sin amor.


Profesorchagomon