DENSEY. EL DESAFÍO
Son las 7am, recién vuelto del Tiburón Azul, el Bar donde conocí a Pablo, aunque siento que lo conociera de toda la vida. Creo que en estos días visitaré el Club, no puedo dejar de pensar en el Densey.
Pasaron unos días, mientras yo conocía la Ciudad. Creo que es miércoles, aunque no lo sé, cuando estoy de Vacaciones suelo perderme en tiempo y espacio.
Me acerqué al Tiburón Azul, era cerca del Mediodía, ésta vez no estaba Pablo, mucho menos los hinchas, se veía medio vacío, solo algunas personas almorzando algo, pero, el que si estaba obviamente era el Nicolás, el barman.
-“¿Qué haces Nico, todo bien? ¿Te acordás de mí?” Le pregunte, por las dudas.
-“¿Cómo anda?... Juan… ¿No?...” Me consultó con cara de interrogación.
-“El mismo, jajaja. Te hago una consulta ¿El Estadio del Tiburón Azul?”
-“Veo que no lo superaste, suele pasar jaja. Agarrás por ésta de acá, por Domingo Perón, serán 7 u 8 cuadras, tenes que llegar hasta Markintach y lo vas a encontrar sin problemas.”
-“Perfecto, entonces le doy por ésta derecho hasta Markintach, me dijiste ¿no?”
-“Sisi, te vas a chocar, vos dale derecho nomás” Me dijo mientras se reía bastante.
-“Gracias Nico, sos un fenómeno, nos estamos viendo, cuídate” Le dije y me fui mientras él me saluda amistosamente.
Y empecé a caminar, no fueron más de 10 cuadras que me topé con él, el imponente Macracantus, todo Celeste y Blanco, adornado con glorias y demás.
Ingresé por el lado de la Sede, donde me atendió una joven señorita.
-“Buen día, ¿En qué puedo ayudarle?” Me preguntó amablemente.
-“Hola, buen día, mi nombre es Juan y vengo a ver a Pablo, somos conocidos”
-“Como no, tome asiento y deme un segundo, por favor” Me dio algo de beber y me sentó en un cómodo sillón de la recepción.
-“Gracias, muy amable” Expresé, mientras ella intentaba comunicarse con la Oficina de Pablo y yo admiraba asombrado la elegancia y “hermosura”, por así decirlo, de esa recepción, una mezcla de colores claros y cremitas, fundidos con el celeste y blanco del Densey, junto con los trofeos, cuadros y camisetas que también adornaban el lugar.
-“Disculpe Juan, Pablo lo está esperando, sígame por favor” Mientras me mostraba el camino con una leve sonrisa.
-“Disculpe Pablo, acá está el Sr. Juan que lo estaba buscando”
-“Gracias Sofi, pero te dije mil veces que no me trates más de Usted, hace varios meses que éstas acá, por favor te lo pido” Le recriminaba en tono burlón y con una sonrisa, como siempre.
-“Ya sé Pablo, pero me cuesta, sabe cómo soy” Respondía sonrojada Sofía.
-“¡JUAN! ¿Cómo andas tanto tiempo? Un gusto verte de nuevo” Mientras me estrechaba la mano.
-“El placer es mío Pablo ¿Cómo vienen las cosas en el Club?” Le pregunte interesado.
-“Bien, todo viento en popa por suerte, ¿Vos, tus cosas, todo en orden?”
-“Si, disfrutando de lo que me queda de Vacaciones, ya en unos días tengo que volver, lamentablemente” Le dije muy apenado.
-“¿Cómo que tenes que volver? Me parece que vos y yo tenemos que hablar seriamente, tengo una propuesta para vos, pero primero nos pido un café” Me planteó sin opción a elegir.
Seguimos hablando de cosas del Club como si nada, hasta que llegó Sofi con los dos cafés.
-“Toma asiento Juan” Me pidió amablemente Pablo.
-“¿De qué queres hablar?” Pregunté impaciente.
-“Primero, contame de vos. ¿Cómo es tu apellido?”
-“Santilli, soy de Villa Gesell, como sabes, de Vacaciones y bueno, conociendo un poco al Densey. ¿Necesitas saber algo más?” Consulté confundido.
-“¿Qué tenes pensado para el futuro?” Cada pregunta que me hacía era cada vez más seria.
-“La verdad, no me lo puse a pensar… Pero ¿Por qué tantas preguntas?
-“Quiero que seas parte del Densey, quiero que trabajes acá” Me dijo mientras me miraba fijo.
Al instante me congelé y luego de unos instantes de silencio pude retomar.
-“La verdad… No sé qué decir… ¿Podría saber que puesto?”
-“Me gustaría que cubras todo lo posible sobre el Club, algo así como Jefe de Prensa, podría llamarse” Me contó entusiasmado.
-“Bueno es una gran oferta, pero creo que necesito pensarlo”
-“No hay nada que pensar Juan ¿No te gusta el Densey? Ésta es tu oportunidad para ser parte de él, como tanto queres”
-“Si, puede ser, sin dudas es una gran oferta. Pero necesito hablar con mi otro trabajo y arreglar todo, dame unos días”
-“Bueno, pero me gustaría que fueras parte de esto, quiero que manejes toda la información del Club y te encargues de compartirla, que seas el encargado de hacer conocido al Densey”
-“No lo creo, ni se me hubiera cruzado por la cabeza que en ésta visita me ibas a ofrecer semejante cosa pero como te dije, necesito pensarlo Pablo, es un gran cambio en mi vida”
-“Tranquilo Juan, vos pensalo y cuando tengas una decisión ya sabes dónde encontrarme”
-“Dale, la verdad, muchas gracias por todo, cuando decida vendré sin ninguna duda”
Nos dimos la mano mientras me despedía, en recepción salude a Sofi y me retiré.
Pasaron algunos días, varias llamadas e idas y vueltas, pero volví a esa oficina donde pareciera que todos los sueños se cumplen.
-“Buen día Sofi, ¿Cómo estás?” Le pregunté mientras ingresaba a la Sede.
-“¡Buen día Juan! Un gusto tenerte de nuevo. Pablo te estaba esperando, dame un segundo que le aviso que llegaste”
-“Dale, muchas gracias” Y nuevamente me quedé embobado con semejante marco.
Nuevamente Sofi me llevó hacía su oficina y ahí estaba Pablo, esperándome con una gran sonrisa en su cara y su buen carisma.
-“Bienvenido nuevamente Juan, un placer tenerte acá” Me dijo emocionado mientras ese apretón de manos se convertía en abrazo.
-“Gracias Pablo, vine respecto al tema que me planteaste el otro día” Le conté decidido.
-“Bueno, déjame pedir algo para tomar y lo charlamos”
Como siempre, le pidió a Sofi dos cafés mientras hablábamos un poco de Fútbol.
-“Acá tienen” Nos ofreció Sofía, mientras extendía en sus manos los cafés.
Ambos agradecimos y cuando ella se retiró, retomamos la charla.
-“¿Y, qué me contás? ¿Qué decidiste?”
-“Estuve hablando, con mi gente más que nada, y creo que mi decisión es clara… Acepto”
-“¡BIENVENIDO JUAN! Un placer que aceptes, y seas parte de éste GRAN Club".
-“Sin dudas el placer es mío”
Luego de ultimar detalles, llamar al abogado y demás, luego de algunas horas, pudimos firmar un contrato el cual decía que iba a ser parte del Club por la Próxima Temporada.
-“Bueno Juan, bienvenido oficialmente al Densey Blue, un placer enorme” Me decía orgulloso Pablo, mientras me estrechaba la mano, contento como perro con dos colas.
-“El placer es mío Pablo, gracias por hacer esto posible” Le expresé con mucha gratitud.
Luego de eso, recorrimos un poco el Club, me mostró como estaban remodelando el Estadio, también pasamos cerca de los Juveniles que estaban entrenando, además fuimos a hablar con los entrenadores del Club, para que nos contaran como venían las cosas. Sin dudas con Pablo, el Club está muy bien, y promete llegar a lo más alto, o por lo menos, herramientas tiene.
Sin darnos cuenta Pablo y yo nos pasamos todo el día recorriendo el Club, ya era de Noche, rozaban las 20hs así que decidimos irnos cada uno para su lado.
-“Buenas noches Juan, la verdad, te agradezco lo que estás haciendo, creo que te vas a adaptar rápido y vas a ser bastante feliz en ésta gran familia” Me rezaba Pablo con los ojos vidriosos.
-“No tengo palabras de agradecimiento por ésta oportunidad ni tampoco para con el trato que tuviste conmigo, gracias de verdad”
Nos despedimos cual amigos, con un beso y abrazo, no cual jefe e empleado.
-“Ah Juan, tomate éstos días, arrancas el Lunes que viene” Me dijo mientras subía a su auto.
-“Voy a intentar no venir antes” Le grité entre risas, mientras me iba caminando para mi casa.
Nunca esperé que éste viaje terminará de ésta manera, pero las cosas pasan, el Densey se apoderó de mí y me dice que me tengo que quedar acá, para alentarlo y apoyarlo. Por suerte, Pablo, se encargó de dejarme a cargo de todo lo relacionado al Club, ya soy parte del Tiburón Azul y me voy a encargar de que todos lo conozcan.
