La selección brasileña aglutinó en la década de 1980 a un grupo de
futbolistas únicos. Jugadores con un don muy particular que hicieron un
fútbol elegante y efectivo. Era el 'jogo bonito' como estilo de vida.
Tele Santana se hizo al cargo del equipo en 1980 y tras fichar por el
Al-Ahli de los Emiratos Árabes en 1982, volvió a la 'verdeamarelha'
para volver a ser el seleccionador desde 1985 hasta 1986. Precisamente
en 1982 Brasil tuvo la oportunidad de romper con una época de sequía de
títulos. El combinado de Santana se presentó en el Mundial de España con
ganas de conquistar la copa del Mundo 12 años después.
La última vez que se llevaron el Mundial fue en 1970. Brasil era una
de las selecciones favoritas para alcanzar la final. Con un esquema
trabajado de 4-4-2 o incluso de 4-3-3, su juego y sus estrellas así lo
acreditaban. Tonino Cerezo, Socrates, Júnior, Zico o Falcao eran algunos
de los futbolistas más importantes de aquella época. Al juntarse con
Brasil formaban un combinado más que temible.
En España demostraron que tenían calidad suficiente para ganar a
cualquiera. En la fase de grupos no perdieron ninguno de sus tres
partidos ante Escocia, Nueva Zelanda y Unión Soviética. Además, sacaron
su faceta más goleadora. 10 dianas en tres encuentros. Más de tres
tantos de media por encuentro. No obstante, las cosas cambiarían en la
segunda ronda. Encuadrados en el grupo 3, la 'verdeamarelha' comenzó
ganando a Argentina y se jugó la clasificación para semifinales ante
Italia.
Aquel encuentro es recordado por todos los brasileños como 'la
tragedia de Sarriá'. En uno de los mejores partidos en la historia de
los Mundiales, Brasil e Italia protagonizaron un espectacular duelo que
lo acabó por decidir Rossi. El delantero de la 'azzurra', que
anteriormente había marcado dos goles, dio la estocada definitiva a los
de Tele Santana con un gol en el minuto 89. A Brasil le valía incluso
con el empate, pero Rossi era mucho Rossi. Ahí murieron las esperanzas
de Brasil de acabar con la sequía de títulos en la máxima competición a
nivel de selecciones.
Se cumplen 30 años
Esta semana se ha cumplido
precisamente 30 años de aquel partido entre Brasil e Italia del Mundial
de España. Muchos consideran que aquella 'verdeamarelha' es una
selección irrepetible. Creadores de una forma diferente de tratar al
balón, aquella Brasil dejó un legado para futuras generaciones de
futbolistas.
Aquel equipo brillante se marchó siendo siempre fiel al estilo del
'jogo bonito'. Atacar por encima de todas las cosas. Incluso por encima
de la derrota. El seleccionador Tele Santana afirmó tras esa eliminación
ante Italia que "es más importante presentar el mejor fútbol que ganar
un Mundial de fútbol". Y tenía razón el mítico entrenador. Brasil no
tendrá en sus vitrinas la copa del Mundo de 1982, pero el 'jogo bonito'
estará de por vida en todas las hemerotecas.