Contraeditorial















Doctor House
Hace ya bastante tiempo, sigo una serie del cable, Dr. House. Un Genial medico lisiado, y drogadicto, dueño de una poderosa mente, y una lengua viperina, que hasta a los flaites de Santiago escandalizaría, y no por las groserías que dice, sino por el agudo sarcasmo con que las usa…

Este medico, es jefe de un departamento de médicos, los cuales se dedican a descubrir las enfermedades más raras y rebuscadas del mundo. Un medico afroamericano, que lo corroe la envidia de ver un House bastante más inteligente que el, y que además tiene un pasado delictual, y reniega de sus orígenes. Un medico australiano que lo ha tenido todo, excepto el afecto de sus padres, decidió ser sacerdote, pero abandonó para darle el gusto a su padre y estudió medicina, es el perrito faldero de House. Una doctora que sufre con el dolor ajeno, y que es capaz de casarse con alguien por lástima.
Pero, no nos interesan las características de los “lacayos” de House, si tenemos al “Señor Sarcasmo” para estudiar. House es un misántropo, es decir, una persona que odia a la humanidad, un ególatra, y un tipo que no puede contener la mordacidad de su lengua, alguien que es capaz de decirle a alguien: “Eres un idiota”, cuando ese alguien realmente es un idiota.

Frases de House:

- (House a una monja): “Ira, orgullo, envidia, gula… Lleva usted cuatro de los siete pecados capitales en dos minutos. ¿Registran ustedes los records? ¿Hay Católico-olimpiadas?
- (House a una residente que le dice que está leyendo un cómic mientras habla con ella): “Y tú estás enseñando las tetas con ese top tan escotado. Oh perdona, creí que era un concurso de obviedades, soy muy competitivo”.
- (House mientras su equipo mira los testículos de un paciente que niega tomar esteroides): “Sus labios dicen que no y sus ciruelitas dicen que sí.” (Nota, el consumo de esteroides, produce hipogonadismo, o mejor dicho testículos pequeños).
- (Después de anunciar a una paciente que tiene un tumor de 12 kilos): “Alégrese, es el récord de la clínica”.
- (Al final de una reunión con su equipo en la que discuten sobre un diagnóstico): “Ah, una cosa más: me dicen que despida a uno de vosotros esta semana. Nuevo jefe, cosas nuevas, ya saben”.

Estas son algunas frases de la primera temporada, en Septiembre los fanáticos esperamos la sexta.
Sin duda, un tipo con esa lengua, no pasaría desapercibido en un país como el nuestro. ¿Se imagina usted, yendo al medico, y el le dijera algo así? O peor aun, ¿que cualquier persona le diera respuestas tan ingeniosas, directas y frontales como esas?
Los chilenos tenemos un gran mal, rehuimos cualquier conflicto, y no decimos lo que pensamos, por temor a no ser aceptados socialmente, claro que hay excepciones, pero la gran mayoría, el chileno medio, es políticamente correcto. Con la boca dice una cosa, pero en privado hace algo totalmente opuesto.

Somos un pueblo sumiso, y cobarde. Con una actitud casi servil, hacia aquellos que tienen un poco más que nosotros, donde tratamos de “DON”, hasta al gato de la esquina, y hasta el ladrón más reputado, es un señor digno de respeto. Esta actitud del chileno medio, es un resabio del colonialismo en nuestra conducta, cuando los criollos dominaban la economía, en la figura del “patrón de fundo”, el cual proveía, y mantenía al “inquilino”. Quienes hayan visto “El señor de la Querencia”, recordarán de qué hablo. Patrón, tiene la misma raíz del latín, que “padre”, “pater” patrón quiere decir etimológicamente, un papá muy grande. Hoy la figura del patrón, la ocupa el “Jefe”, o el empresario.

El chileno, culturalmente hablando, aun está en la Colonia. La educación pública, no enseña a pensar, esto lo digo, por que soy jefe de departamento en una empresa, y se nota mucho cuando alguien estudió en un colegio publico y uno privado. La resolución de problemas es totalmente distinta, el que viene del colegio privado, tratará de encontrar la solución, y el que viene de colegio público, será incapaz de resolver nada, pero tampoco lo reconocerá. Y se crea un círculo vicioso de una “masa no pensante”, que se alimenta intelectualmente de televisión de escaso contenido, y que no lee ni el envoltorio del papel higiénico cuando va al baño.

Esa gente, este “hombre masa”, inculto, sin aspiraciones, pero tremendamente aspiracional y arribista, es el tipo de persona, que se expresa con eufemismos, y convenciones sociales vigentes desde la época de la colonia. Este es el tipo de persona, que va a pasear al mall, en una tremenda 4 x 4, con una esposa rubia (con rasgos araucanos, y rubia), y con miles de tarjetas de créditos, que anhela ser invitado por su jefe a comer, y que su máxima aspiración en la vida, es ser aceptado como un igual, por la clase social inmediatamente superior a la propia. Es el mismo tipo con escasa formación intelectual, y que es incapaz de decir las cosas a la cara, todo por la espalda, y llenando la boca de eufemismos.

Cuando observo situaciones como estas, me pregunto por que los chilenos no producimos un Dr. House, que les diga a esta gente, que son unos idiotas, que los haga verse en si mismos lo ridículos que son, y les enseñe que las cosas se dicen a la cara, sin eufemismos.

Es mi deseo, que el día de mañana, un doctor House, aparezca en cada chileno, y les diga a estos otros tipos, que son unos idiotas…
Yo mismo empezaré ésta mañana.





1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16