La importancia de no ser perfecto. Estoy comprobando últimamente que puedo ahorrar unos buenos sueldos y la búsqueda del jugador perfecto dejando paso a niveles inferiores, a cierta "mediocridad".
Hubo una frase de un usuario que ahora mismo está en Primera división con la que estoy 100% de acuerdo: "Si quieres ganar de verdad, cuanto más, mejor. Si te vale equipo muelle, pinceladitas de mediocridad te valen".
No todos tenemos los recursos económicos como para hacer un equipo que no tenga taras, por lo que hay que tirar de creatividad, de gastos menores pero más efectivos. Por eso en algunos puestos la velocidad es secundaria, un cape en resistencia no debe ser carne de mercado si utilizas bien los cambios, una inteligencia más baja de lo esperado no significa que un jugador no valga... etc, etc, etc.
Hay una posición en el cesped en la cual he optado por desprenderme de un jugador considerado "estrella" y he dado paso a un cero a la izquierda, el cual está rindiendo mejor de lo esperado. Es la posición de segundo delantero:
Como podéis observar es un puesto que teóricamente puede ser útil para marcar una buena cantidad de goles por temporada... nada más lejos de la realidad, al menos en mi caso. Es una posición que a lo largo de las temporadas he ido observando que su función básica es dejar pasar el tiempo... no tiene mucha actividad, a veces sorprende marcando 1 o 2 goles, con suerte, pero suele servir más como abastecedor de balones al delantero principal, y tampoco mucho.
Por tanto y al ver que partido tras partido, un típico 9 de calidad no daba señales de vida... ¿Qué hago con un tipo que cobra más de 13000 euros por semana y te marca como mucho 10 goles por temporada en liga? Una opción podría ser retrasar esa posición al medio campo, pero no dispongo de recursos adecuados para ello, además que no soy partidario de utilizar tan solo un delantero.
La otra opción es la que hice. Venderlo, utilizar ahí a un jugador que no he podido traspasar ni por 1 euro, así que imaginad... pero que está funcionando bien. Es una posición en la cual puedo optar por un jugador mediocre, capado o poco desarrollado, que marcará sus 5-10 goles, abastecerá al delantero, robará balones al defensa y servirá de recambio en segundas partes para dejar entrar al terreno a otro que revolucione el encuentro cuando el rival está más cansado.
¿Pero qué puede servir ahí? ¿Un delantero? Ahí creo que lo ideal sería un jugador con pase corto bastante desarollado para aprovechar mejor su habilidad, ya que los pases que haga serán o bien al delantero o al extremo, como mucho. Un remate entre 7-8 sobra, quizás incluso un 6 podría llegar a funcionar, y desarrollado en entradas, sí, entradas, porque se encargará de intentar presionar al defensa rival para quitarle el balón. Sería lo más parecido a un medio defensivo con toques de ataque.
Pero como digo, si tienes un jugador de 23-24 que no sabes qué hacer con él, que no consigues vender y que tampoco quieres despedir, porque... quién sabe, quizás en un futuro más desarrollado valga sus 250000 euros, que ya es algo... o en el mercado de fichajes todos se van de madre, no descartes a los capados. Puedes ahorrarte mucho dinero tanto en la compra como en el sueldo.
Es una buenísima forma de exprimir al máximo tu plantilla, si tienes la paciencia suficiente como para dejar que se vaya desarrollando hasta que puedas venderlo por una cantidad decente. Podrías despedirlo, claro está, pero también puedes hacer esta opción, donde conseguirás un beneficio tanto deportiva como financieramente.
¿Tienes algún "descartable" que no sabes qué hacer con él? ¿Una estrella que no funciona? Dale una vuelta a tu táctica, mira dónde puedes utilizar un parche, quizás te sorprendas y por un precio muy reducido, comparado con el fichaje de un galáctico, puedes estar ante uno de esos jugadores que nadie ve su trabajo, pero que todos los equipos necesitan.
