Historias de Camarín

 

Lorenzo Karlo: El adiós del "10"

 

Nada pudo ocultar la pena en los jugadores del Rangers ex La Manga aquel día. Y claro, esta no fue la mejor temporada para el Rangers United, descendido a través de una liguilla de promoción que solo reflejó nuestro juego durante la temporada.

Ese último partido era más que simbólico, era la despedida de un grande de la era La Manga, de un jugador que estuvo desde los inicios del club vistiendo la "10" en la espalda. El rival a vencer era el ya clásico Club Deportivo Natales, nuestro verdugo en tantos encuentros, pero también un equipo que conoce bien los goles de Lorenzo Karlo.

Mañoso como siempre, Lorenzo se ubicaba en frente del balón luego de una falta cometida por Prudencio Stevens a Prospero Lorenz, muy cerca del área, aunque no para la mejor pierna de Lorenzo. Los jugadores del Natales miraban en ese instante a un hincha que vestido solo con una chupalla, se paseaba desnudo y airoso por el césped tras burlar la seguridad de las vallas.

Lorenzo miró el balón, sabía que era su último partido, que sus compañeros esperaban su consagración total en su despedida. Silvestre Ignatius, su joven protegido lo miraba desde la banca sabiendo que en él y Prospero Lorenz caería la responsabilidad del mediocampo de ahora en adelante.

 

El "10" corrió aprovechando la mirada perdida de los natalinos y pateó con todas sus fuerzas el esférico, pero no hacia el arco, sino que a la cara de Paolo Emenon, quien con la nariz sangrando corrió a recuperar el balón. Era el estilo de Lorenzo y del equipo, y le dejaba claro a sus pupilos y amigos que no por haber caído tristemente en el descenso íbamos a dejar de hacer las cosas como sabíamos.

El partido estaba por acabar. Lorenzo miró de soslayo al árbitro que observaba su reloj en el minuto 93 del partido. No quedaba mas remedio, el partido acabaría 3-4 en favor del Rangers, lo que no era en lo absoluto malo. Pero Lorenzo quería mas, quería dejar el recuerdo de su garra en la memoria de los hinchas.

La pelota rebotó en la cara del aturdido defensa y cayó mágicamente a los pies de Lorenzo, quien tomó el balón y amagó dejando atrás a Prudencio Steven y a un aturdido Paolo Emenon. Vio como el novato ex natalino Abel "el charro" Charro hacía una pantalla para bloquear la visión del arquero y corrió haciendo una línea perpendicular al arco, mientras Melchor Ubelteso comenzaba la persecución desesperada.

Esos últimos segundos se congelaron y Lorenzo respiraba agitadamente. A sus 34 años ya no podía sostener el ritmo de un partido tan infartante. Giró bruscamente hacia la izquierda en un reducido espacio entre los 3 defensores y pateó. Durante un instante, Lorenzo recordó cientos de partidos en su carrera, acarició la jineta de capitán y miró a su compañero de generación Celedonio Benat. Sabía que iba a tomar al equipo en sus hombros en su ausencia.

El balón voló eternamente hacia la portería natalina mientras las 20 lesiones que acarreaba le hicieron ver que ya todo había llegaba a su fin. El grito furioso de la hinchada trajo de vuelta al "10", quien comenzó a sentir nuevamente la adrenalina del gol y del triunfo. Israel Chumo le sonrió desde el césped mientras recuperaba el balón de dentro de la portería.

Era el minuto '93, sin duda el minuto más largo en la vida de el gran "10" de nuestro equipo, seleccionado nacional y referente del mediocampo chileno. Era el fin de una era, la era de La Manga JC. La era de los Rangers había comenzado, y Lorenzo ya no sería parte de ella.

 

 

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