Brasil
avanzó a la semifinal contra Alemania por los goles de sus defensores
centrales. Colombia se despidió con dignidad y el mejor fútbol de su
historia.
Brasil se clasificó a las semifinales de su Mundial al
haber vencido por 2-1 a una Colombia que se despidió de pie y luego de
haber jugado el mejor torneo de su historia.
El primer tiempo
mostró la cara menos favorable del equipo de Pekerman. Brasil, con muy
poco, consiguió irse en ventaja tras un error masivo en la zaga de
Colombia que en un tiro de esquina perdió las marcas y permitió que
Thiago Silva encontrara la pelota y la mandara a guardar.
La
labor del árbitro, que estaba bajo la lupa, no ayudó mucho a los
cafeteros, pitando faltas de manera exagerada a favor del local y
frenando avances de Colombia al no dar la ley de ventaja. Sin embargo,
Colombia poco hizo en ofensiva. Apenas algunos intentos tímidos de James
Rodríguez y Juan Cuadrado que no se arriesgaron como en gestas
anteriores durante la primera mitad.
A las duchas se fue un
Brasil victorioso que con poco fútbol superaba a la Selección revelación
del torneo, que lucía confusa e insegura en defensa y poco que hacer en
ataque.
Para la segunda mitad, Colombia salió a afrontar el
partido con una mejor actitud. Pero David Luiz consiguió un golazo de
tiro libre. Colombia sacó toda su dignidad para buscar el empate.
Brasil
bajó el ritmo en ofensiva luego del 2-0 y se defendió como necesitaba.
Si hacía falta, la reventaba a cualquier lugar, aunque por muchos
momentos quedó muy lejos la idea de jogo bonito.
Faltando 10
minutos, Julio Cesar fue con todo sobre Bacca y el juez pitó el penal,
aunque no expulsó al arquero brasileño. James cambió por gol y Colombia
se convirtió en el equipo que todos aclamaban y recordaban. Brasil tuvo
que sufrir al mejor equipo del torneo y terminó pidiendo tiempo.
Pundonor,
dignidad, valor, estilo, amor por la camiseta, adjetivos insuficientes
para calificar a Colombia. El local tuvo lo que hace falta para pasar de
ronda y seguir avanzando en un Mundial en el que a ningún equipo parece
sobrarle demasiado.