Los chilenos cuando queremos discutir, lo hacemos casi en silencio, como pidiendo disculpas por opinar, y ni siquiera pensar en intentar aclarar o manifestar nuestros postulados, pues inmediatamente somos absorbidos por la culpa y el temor. En estos días, ya pasadas las fiestas patrias, se sucedieron 2 debates entre los candidatos a la presidencia, estos pseudo debates sirven para que nos hagamos una idea de cómo pretenden regir los destinos de nuestra patria, -al menos por 4 años mas- y seguramente te habrás interiorizado de sus planteamientos, posturas e ideas. Sin embargo, faltó discutir. Y aquí voy nuevamente, pues estos señores, no lo hicieron, se enfrascaron en intentar expresar sus proyectos de país, la discusión se desarrolló en torno a minimizar a su contrincante, siendo que la idea era plasmar sus proposiciones con argumentos y sin demagogia, pero vemos que los clásicos de grecia se hacen presente, y por lo tanto, la discución nunca existió.

Necesitamos aprender a manifestarnos, con diálogo, ideas y propuestas, ¿Qué será lo que impide que entremos en conversaciones con quien no piensa igual?, Un patrón similar siguen los foros, es más, sin ir mas lejos en nuestro propio juego, el tema de las federaciones es un caso a tomar en cuenta, pues si alguien se manifiesta en contra de los lineamientos de la misma federación, sencillamente toma la desición de irse y en lo posible armar otra federación con gente que únicamente piensa igual a él. Creo, a ese ritmo, existirán tantas federaciones como individuos en el juego, llevando a la contienda diaria, seguiremos aislándonos y sintiéndonos incómodos con quienes no piensan igual y buscaremos la forma de agruparnos en circulos cerrados, y sucederá que los temas en conflicto jamás serán abordados ni resueltos.

No siempre tenemos la razón, no siempre tu tienes la razón, y la única forma de averiguar que sucede, es dialogando, discutiendo y expresándonos.

En lo posible con alguien que quiera hacerlo.

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